“Los otros no lo notan,
no hundo a nadie conmigo
y nadie tampoco puede salvarme”
Miriam Reyes.
Mi boca es una cueva.
Mastico serpientes,
trago su veneno.
Duerme mi lengua sin reposo,
y mis labios, piedras de azufre, sellan lo oscuro.
Mi boca es una cueva
en la que duerme un dragón.
Deberías temer su fuego,
porque no sólo arden mis pensamientos.
Si intentas meter los dedos
una vez más
los sacarás carbonizados.
Mi boca es la guarida
de un dragón justiciero
que destruye a quien intenta