domingo, 19 de febrero de 2012

Despertar.

         Real como el dolor de pierna de un amputado. Cierto como intuición por rabillo de ojo. Inasible como aroma de violetas. Entero como una baldosa sepultada en el barro: Caminando por las aceras sucias de nubes escribo un sueño.
          El contenedor de la basura abre y cierra sus fauces mordiendo lo oscuro, vomitando plata líquida en la alfombra que ayer trajo la noche. Me avisan unos ojos amarillos. La llave entra en el contacto, arranca el día, y el sueño desaparece fugaz como la cola de un gato mañanero.

http://issuu.com/letraskiltras/docs/girapoema2012