Cuando el tiempo se suspende
no hay principio ni fin, solo el vuelo
perpetuo.
Peter Sís: El coloquio de los pájaros.
Hoy es lunes.
Nuestros dedos siguen un garabato
impreso en el calendario
con rotulador de punta gruesa.
Los meses son el rastro del Circular 1, ese
autobús;
y los días, la huella de un cochecito de
carrusel
desde el que vemos
la playa, el puerto, el bloque de pisos, la
carretera,
la playa, el puerto, el bloque de pisos, la
carretera…
La mano que dice hola y adiós.
Hoy siempre es lunes.
Hoy es todos los días.
Seguimos la marca de norias y circuitos.
Cintas transportadoras de almas,
artefactos que nos conducen
desde aquí hasta el mismo sitio
cada jornada
mientras nos hacemos viejos.
Solo si cerramos los ojos
y levantamos la cabeza
veremos detrás de los párpados,
por un segundo, el hilo brillante
que anuda los corazones de las aves,
los esfuerzos de unas
al amor de las otras,
mientras se alejan en bandada.
6 comentarios:
Hoy no debe ser ningún día...es una fantasía...
Entonces, si no es un día, es que solo es un nombre. Un nombre lleno de posibilidades. Besillo, Darío.
Pues cerremos los ojos y levantemos las cabezas....y sigamos a la bandada.
Un beso, Angi.
Pues eso, Carmela, con los ojos cerrados, que no a ciegas.Y gracia por tu post, el de Aquí, y el otro lado, que ha traido a este la imagen de los párpados cerrados.
El día con el mismo nombre en sucesivo siempre es diferente..puede serlo. Un beso
Cada día es diferente, eso es cierto, pero hay momentos y lugares en los que el tiempo parece jugar con nosotros, y nos monta en un carrusel; parece que repetimos el mismo día con nombre diferente, lunes, martes, etc. Hasta que llega el lunes otra vez y repetimos día, nombre, sensación...
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