jueves, 10 de mayo de 2012

Ensayo general.





Estas leyendo, por ejemplo,
y tu mano busca una entrada,
la blusa abierta,
para  tus dedos perdidos.
Esos dedos que ya andan
solos,
en un valle sin nombre al que recurrir,
entre tu hombro y tu pecho
ahora que tus ojos están en el libro,
acarician una piel
tan suave
que recuerdas el calor de las cerezas,
y en seguida imaginas
cuánto podría sentir yo
que aun no te he tocado.

2 comentarios:

mistic-xwoman dijo...

Hala very hot...uf.

Angi La Fiera dijo...

Mistic, he estado todo el fin de semana con fiebre... No podía ser de otra manera.