jueves, 1 de septiembre de 2011

A veces no me parezco

A veces no me parezco a mí.
Pero este es mi día.
Dejo la puerta abierta y
de mi boca sale
amo, oma, moa, oma, mao, amo, oam,
la niña que hace pompas
por jugar con su saliva.
Con su gesto
asusta a las arañas tejedoras,
limpia el fondo de avispas ahogadas,
halla pulseras abandonadas en la hierba
o da fe de las sombras de los peces
que fugan hacia la orilla.
Es un trabajo duro
dejar puerta, boca, voz, saliva y niña abiertas,
pero bien recompensado,
si antes de que gane el día,
miro sus manos como un espejo
y compruebo lo mucho que me parezco a mí.

2 comentarios:

moonlight dijo...

linda, y con color de rosa chicle.

Angi La Fiera dijo...

Hum, los días que me parezco a mi son rosa chicle, no me había dado cuenta. ¡Gracias moonlight!