viernes, 19 de agosto de 2011

Nombres pronunciados y destinos.





Sueña el pasajero
 que conoce el nombre  propio de los lugares
que sobrevuela.
Y que, en un descuido del dios tiempo,
puede pronunciarlos
en su idioma lentamente.
Mientras, en las ciudades iluminadas,
en los bosques o los ríos silenciosos
hay quien alza la mirada

y augura para el soñador
un destino
en forma de nombre de ciudad
o de persona que ansía su llegada.

1 comentario:

montaman dijo...

cuántas veces he oido el sonido de un avión, lo he mirado y he pensado en su destino. Y cuántas veces he querido estar en él aunque no tuviera claro ese destino. Posiblemente por esa razón.
felicidades.